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El Carnaval de Barranquilla no es solo una fiesta: es un estallido de color, música, baile y tradición que, cada año, transforma las calles de la ciudad en un escenario vivo. En medio de esta explosión cultural, el fotógrafo José Santiago Blanco Durán ha sabido capturar, con un ojo sensible y una técnica impecable, el alma de esta celebración. Su serie «Caras y Máscaras del Carnaval de Barranquilla» no es simplemente un registro documental, sino un viaje visual que revela la esencia humana que se esconde detrás de la máscara.
El Carnaval de Barranquilla, declarado Patrimonio Cultural de la Nación y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO, es una de las expresiones culturales más importantes del mundo hispano. Con sus comparsas, danzas tradicionales y ritmos caribeños, este evento es una cita ineludible para artistas y fotógrafos de todo el mundo.
En las imágenes de Blanco Durán, cada máscara, cada gesto y cada mirada cuentan una historia: la de un pueblo que celebra su identidad, su memoria y su alegría a través del arte popular.
Nacido en Barranquilla el 7 de julio de 1980, José Santiago Blanco Durán es Maestro en Artes Plásticas por la Universidad del Atlántico y profesor de dibujo, pintura y fotografía. Su carrera artística está marcada por la exploración de la identidad cultural y la expresión humana, y su trabajo ha sido reconocido tanto a nivel nacional como internacional.
Con más de dos décadas dedicadas a la fotografía, Blanco Durán ha obtenido premios y menciones en certámenes de gran relevancia, como el Concurso Internacional “Miradas Creativas” en Miami, el Premio PHoTO23 en Quito, la Bienal Internacional de Arte Virtual en Panamá y la Convocatoria Nacional de Fotografía “Cultiva Paz” en Colombia, entre muchos otros. Sus obras han viajado por galerías y festivales en India, Brasil, España y diversas ciudades de América Latina, siempre llevando consigo un pedazo del Caribe.
En Caras y Máscaras del Carnaval de Barranquilla, Blanco Durán va más allá del simple retrato. Sus fotografías son un diálogo íntimo entre el espectador y el personaje retratado. La máscara no oculta; revela. Permite que afloren emociones que, quizá, sin ese artificio, permanecerían veladas.
Sus composiciones, ricas en detalles, color y textura, invitan a detenerse, a observar y descubrir cómo la tradición se mezcla con la modernidad, cómo lo sagrado y lo profano conviven en un mismo gesto festivo.
El trabajo de Blanco Durán es, a la vez, un homenaje y una reinterpretación. Homenaje, porque respeta y exalta la tradición oral, las danzas y la simbología del Carnaval. Reinterpretación, porque a través de su lente, estos elementos se transforman en piezas de arte contemporáneo que pueden dialogar en cualquier espacio, desde un museo hasta una galería virtual.
En tiempos donde la imagen digital es fugaz, su obra reivindica la fotografía como memoria y como arte. No es un registro improvisado: cada encuadre está pensado para que el espectador sienta la música, el calor y la alegría del Carnaval.
Con su trayectoria, José Santiago Blanco Durán se ha consolidado como uno de los fotógrafos colombianos que mejor ha sabido capturar la esencia cultural de su tierra. Sus imágenes no solo documentan; transmiten. Quien observa sus fotografías no solo ve un disfraz, ve la historia, el carácter y el espíritu de un pueblo.
Caras y Máscaras del Carnaval de Barranquilla es, en definitiva, una invitación a mirar más allá de lo evidente, a descubrir que, detrás de cada máscara, hay un rostro que sonríe, siente y sueña.