Los Hermanos Coen: Poetas del Absurdo, Arquitectos del Cine Moderno
Un par de cerebros brillantes, una sola voz fílmica
Joel y Ethan Coen no son simplemente directores de cine. Son alquimistas del séptimo arte. Dos hermanos que, desde sus primeros pasos en Blood Simple (1984), dejaron claro que no estaban interesados en seguir las reglas de Hollywood, sino en escribir su propia gramática del caos. Sus películas son una danza entre lo trágico y lo hilarante, entre el existencialismo y el slapstick, entre lo profundamente humano y lo absurdamente divino.
Como si fueran unos Beckett del celuloide, los Coen convierten lo cotidiano en desconcierto, el crimen en destino, y la estupidez humana en una forma elevada de arte.