
Dos poemas cortos de Dylan Thomas
- Fragmento de “Do not go gentle into that good night”
No entres dócilmente en esa buena noche,
la vejez debería arder y delirar al cerrar el día;
rabia, rabia contra la muerte de la luz.
- Fragmento de “Fern Hill”
Y entonces era joven y fácil bajo las manzanas,
los árboles eran tan verdes como el sueño,
y el tiempo me sostenía, dorado en su palma.
Dylan Thomas: El Poeta del Lirismo y la Vida
La Voz Encendida que Le Cantó al Tiempo, la Infancia y la Muerte
Dylan Thomas no fue simplemente un poeta; fue un orfebre del lenguaje, un músico de las emociones, un visionario que convirtió cada palabra en latido y cada verso en un suspiro del alma. Nacido el 27 de octubre de 1914 en Swansea, una ciudad costera de Gales, su vida fue breve, intensa, y marcada por un hambre insaciable de belleza, emoción y expresión. Su poesía es una sinfonía que recorre la niñez, el deseo, la naturaleza, el amor, la desesperación, la muerte… pero también, y sobre todo, la vida.
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Desde sus primeros años, Dylan mostró una sensibilidad excepcional. Su padre, profesor de inglés y amante de la literatura, le inculcó una relación íntima con las palabras. Le leía a Shakespeare en voz alta cuando apenas era un niño, sembrando así la semilla de una pasión que crecería con ímpetu. A los 16 años abandonó la escuela, pero no por falta de talento, sino porque su espíritu creativo no encontraba sitio en las aulas. Se lanzó entonces al mundo del periodismo, mientras escribía poemas con una madurez lírica asombrosa.
En 1934, con solo veinte años, publicó su primer libro, 18 Poems. Desde aquellas páginas ya se sentía su sello: una imaginería rica, un ritmo envolvente, una musicalidad casi hipnótica. La crítica lo recibió con asombro. Era imposible ignorar su capacidad para transformar la experiencia humana en un torrente de imágenes y sonidos. No escribía para explicar la vida, sino para evocarla, para sentirla hasta los huesos.
Fern Hill, uno de sus poemas más celebrados, es un canto a la infancia que fluye con la nostalgia luminosa de lo irrecuperable. “Time held me green and dying / Though I sang in my chains like the sea” (“El tiempo me sostuvo verde y muriendo / Aunque cantaba en mis cadenas como el mar”), escribe Thomas, y uno no puede evitar estremecerse ante la belleza trágica de esa imagen. Su relación con el tiempo –fugaz, implacable, pero también mágico– atraviesa toda su obra. Para Dylan, la infancia no era solo un recuerdo: era un estado espiritual perdido, un paraíso del que todos fuimos expulsados.
Una Lucha Poética Contra la Oscuridad
En 1951, Dylan Thomas escribió su poema más famoso: Do not go gentle into that good night. No es simplemente una elegía o una despedida. Es una súplica ardiente, un clamor desesperado contra la muerte. El poeta no pide resignación; exige furia. “Rage, rage against the dying of the light” (“Rabia, rabia contra la muerte de la luz”), escribe con toda la potencia de quien ha visto cómo el tiempo desgasta a los hombres sabios, a los buenos, a los valientes. Es un poema que quema por dentro, que nos habla a todos, porque todos enfrentamos esa misma oscuridad.
Dylan Thomas era también un extraordinario lector de su propia obra. Su voz grave, resonante, parecía brotar desde una caverna emocional muy profunda. Las grabaciones de sus lecturas, muchas para la BBC, revelan no solo al poeta, sino al actor, al intérprete apasionado de sus propias visiones. En Under Milk Wood, su drama radiofónico más conocido, capta con ternura y humor la vida cotidiana de un pequeño pueblo galés. Con una galería de personajes entrañables y excéntricos, la obra nos recuerda que en lo común habita lo poético, que cada vida es un poema esperando ser escuchado.
Pero mientras su obra ascendía, su vida personal se tambaleaba. Su matrimonio con Caitlin Macnamara fue tan turbulento como apasionado. Las giras, las lecturas, los excesos –especialmente con el alcohol– lo arrastraron hacia un deterioro constante. En noviembre de 1953, tras una serie de episodios confusos en Nueva York, Dylan Thomas murió a los 39 años. El mundo perdió una de sus voces más vibrantes, y la poesía quedó enlutada.
Sin embargo, su llama no se extinguió. Dylan Thomas no fue un poeta de su tiempo: fue un poeta del alma humana, y por eso su voz sigue viva. En cada verso suyo hay una revelación, una imagen que corta, que sacude, que acaricia. Leer a Thomas es entrar en un territorio donde el lenguaje canta, donde el dolor es hermoso y donde el amor por la vida se mezcla con el temor a perderla.
A los amantes de la poesía, Dylan Thomas nos deja una lección: que el poema no está solo en las palabras, sino en la forma en que suenan, en la forma en que laten, en cómo nos transforman cuando las escuchamos. Él nos mostró que el lenguaje es un cuerpo vivo, y que la poesía, cuando es verdadera, nunca muere. Por eso, aunque él se fue demasiado pronto, su obra sigue aquí: rugiendo, susurrando, cantando en nuestras cadenas como el mar.
Publicaciones;
Libros de Poesía
- 18 Poems (1934)
- Twenty-Five Poems (1936)
- The Map of Love (1939) – incluye poesía y prosa
- Deaths and Entrances (1946)
- In Country Sleep and Other Poems (1952)
- Collected Poems, 1934–1952 (publicado póstumamente en 1952, edición definitiva en 1955)
- Poems on His Birthday (1952) – selección
Prosa y Relatos
- Portrait of the Artist as a Young Dog (1940) – colección de cuentos semi-autobiográficos
- Adventures in the Skin Trade and Other Stories (1955, póstumo)
- A Prospect of the Sea (1955) – selección de prosa
- Quite Early One Morning (1954) – incluye ensayos, cuentos y guiones para radio
- Letters to Vernon Watkins (1957) – correspondencia
- The Followers (1976) – cuento breve (edición limitada)
Obras para Radio / Teatro
- Under Milk Wood (1954) – obra radiofónica (la más célebre)
- Return Journey (1947) – drama para radio
- The Doctor and the Devils (1953, publicada en 1953) – guion cinematográfico basado en hechos reales
Correspondencia y Diarios (póstumos)
- Selected Letters of Dylan Thomas (1985)
- The Collected Letters of Dylan Thomas (2000) – edición revisada y ampliada
- Dylan Thomas: The Notebook Poems, 1930–1934 (1983) – poemas juveniles