
Christian Morgenstern (1871-1914) ocupa un lugar singular en la literatura alemana. Hijo de un pintor paisajista, creció en un ambiente artístico que marcó su sensibilidad y su temprana fascinación por la belleza de las palabras. Su vida, breve y atravesada por la enfermedad —padeció tuberculosis desde joven—, estuvo dedicada a explorar los límites del lenguaje, a revelar el misterio detrás de lo cotidiano y a cultivar una poesía...