
En una era dominada por el streaming, los algoritmos y la inmediatez de las redes sociales, el cine de Luis Buñuel sigue siendo un faro de provocación y rebeldía. Su obra, cargada de surrealismo, crítica social y una mordacidad inigualable, continúa resonando en un mundo donde la realidad parece, a menudo, más absurda que la ficción.